Monday, December 19, 2011

Viajero por "accidente" (II)


Viajero por accidente (II)

En el año 2007 hubo una serie de cambios importantes en mi vida, que me llevaron a cambiar de empleo y comenzar a trabajar para una empresa dedicada a las comunicaciones privadas (TETRA).
Esta compañía distribuía sus productos en todo el mundo, y marcó el comienzo de mi vida de viajero.

A los 15 días de incorporarme, en julio, me enviaron a Rio de Janeiro. Estabamos montando la infraestructura de comunicaciones que daría cobertura a la policía y el ejército durante los juegos panamericanos de 2007.
Estuve dos semanas trabajando muchisimo y apenas me dió tiempo a ver la ciudad, a pesar de que estaba alojado en un hotel frente a la playa de Copacabana. Durante mi estancia allí, hubo un concierto sincronizado entre varias ciudades del mundo, pero estaba tan cansado que ni siquiera me acerqué a verlo.
Río me pareció una de las ciudades más peligrosas del mundo. El primer día de trabajo, mientras regresabamos al hotel por la noche, el conductor se saltó un semáforo en rojo, no precisamente despacio. Cuando pregunté por qué lo había hecho, me dijo que estaba permitido durante la noche para evitar asaltos a los coches parados.
Eso y ver a la policía fuertemente armada, parapetada junto a las fabelas, o durante los almuerzos en la gasolinera cercana a nuestra oficina, hizo que, todavía hoy, considere Río como un lugar MUY inseguro.
Nunca olvidaré la última noche de aquel viaje, montando un conector RJ45 en el tejado de Maracaná a las 3 de la mañana sin haber podido comer en todo el día...

Amanecer en la playa de Copacabana

Entre septiembre y octubre hice varios viajes a La Coruña para trabajar con la Policía Local. Una muy bonita ciudad, agradable y con gente encantadora. Una pena que el clima no suela facilitar la visita turística.

En diciembre de 2007 tuve que viajar a Australia y Nueva Zelanda. Era la primera vez que viajaba a Oceanía, pero luego vendrían muchas más.
El viaje empezó recogiendo un coche de alquiler para ir hasta Barcelona un viernes por la tarde, para dormir en un hotel cerca del aeropuerto. El sábado por la mañana tomé el vuelo de Singapore Airlines directo entre Barcelona y Singapur. 16 horas de vuelo. El domingo a eso de las 7am hora local, aterrizaba en Singapur. Un par de horas depués, tomaba la conexión hasta Brisbane, capital del estado de Queensland (unas 8 veces más grande que España O_o), Australia. Una ciudad que podría ser americana, salvo por el sentido de la circulación. Tiene un gran río navegable y se nota que el nivel socio-económico de la ciudad es alto.
Tras unos días de trabajo, volé a Auckland, en Nueva Zelanda. Mirando el mapa parece que está muy cerca, pero son unos 2500Km, como ir de Barcelona a Ucrania, más tres horas de diferencia horaria.
Auckland es la ciudad más grande de Nueva Zelanda, con un centro precioso. Es muy agradable caminar por la ciudad, abierta al mar. Me resultó muy curioso vivir la Navidad con clima veraniego. Y me invitaron a una cena de Navidad organizada por un equipo de Rugby local, junto con los miembros de la empresa a la que fui a visitar. Fue una experiencia muy agradable.

Vista de Auckland desde la Sky Tower

Tras otra semana en Brisbane en enero de 2008, en febrero viajé a Postdam y Berlín. Postdam es una pequeña ciudad preciosa, con todo el típico sabor centroeuropeo, un parque fantástico (que parece un bosque). No intentéis ir a cenar después de las 20:30, porque podríais no conseguirlo!
Estuve sobre todo en la parte Oriental de Berlín, con sus enormes edificios rectilíneos de hormigón, y las gigantescas plazas típicas de la arquitectura soviética. Es casi como viajar a otro país.
Allí trabajé con la policía del estado de Brandenburgo, que me enseñaron muchas cosas sobre la vida anterior a la caída del muro. Como ejemplo, tenían que esperar como 15 años a recibir un coche después de comprarlo (sobornos aparte)...

En abril de 2008 viajé por primera vez a Abu Dhabi, capital de Emiratos Arabes Unidos, que es un conjunto de 7 emiratos. Era la primera vez que estaba en un país musulmán y tan rico, y hubo muchas cosas que me llamaron la atención. Lo primero que sorprende es el contraste entre el desierto donde está el aeropuerto y el oasis en que han convertido la ciudad, con muchas zonas verdes. La gran mezquita blanca que recibe el nombre del anterior Sultan y presidente de EAU, Sheikh Zayed, brilla bajo el sol cuando uno se adentra en la ciudad.
El hotel donde me alojé, uno de los más lujosos del mundo, me dejó con la boca abierta desde el primer momento. Y es que el Emirates Palace no es simplemente un hotel. Es un centro de reuniones, de negocios. Si no te alojas en el Emirates, no eres nadie y nadie hará tratos contigo.
Las televisiones de plasma de 50'' en las habitaciones "normales" (60'' en las suites), un servicio extraordinario, una piscina más propia de un parque de atracciones y la playa propia, podrían justificar el precio de $1400 por noche ($4000 la suite).
Recuerdo el viaje de vuelta la última noche, desde las instalaciones en el desierto donde trabajaba, hasta el hotel, en el Masserati Quattroporte de uno de nuestros anfitriones (el otro tenía un Ferrari), por una carretera polvorienta, completamente recta, a 200 Km/h. Con todo lo que me gustan los coches, podréis imaginar que lo disfruté muchísimo, aunque casi perdí el avión.

Vista de noche del hotel Emirates Palace


Al día siguiente de llegar, salí hacia Wroclaw, en el sur de Polonia. Este país tiene unos paisajes impresionantes, que cambian radicalmente entre verano e invierno. Después de un invierno largo y duro, las plantas se afanan por crecer tan rápidamente como sea posible durante la limitada temporada templada, en una especie de explosión que se traduce en bosques frondosos, flores por todas partes y unos paisajes verdes y suaves.
En esta primera visita, en primavera, una de las cosas que más me llamó la atención fue que, Polonia, pertenece a la zona horaria centroeuropea (CET), aunque realmente debería estar unas 2 horas por delante. Eso provoca que a las 5 de la mañana sea de día, y a las 6 de la tarde anochezca.
El idioma es uno de los más difíciles que he escuchado, y sin guía resulta muy difícil moverse. Afortunadamente, me acompañaba un representante local de mi compañía y muchos de los clientes hablaban ingles.
Mientras estaba en Wroclaw, surgió un imprevisto que me hizo volar desde allí directamente de vuelta a Abu Dhabi.

Tras cuatro días allí, llegué a casa un sábado por la tarde, sin la maleta, que Lufthansa extravió, y tenía que viajar ese mismo domingo hacia Tashkent, capital de Uzbekistán.

En la madrugada del sabado al domingo, sobre las 3:00 am, un mensajero vino a entregarmela.
Cambié la ropa usada por ropa limpia y salí camino a la república ex-soviética.
A la llegada al aeropuerto, se produjo un tremendo caos en los mostradores de la aduana (luego descubrí que esto es normal). Mientras se organizaba esa especie de revolución, aproveché para obtener el visado en una ventanilla junto a los agentes de aduanas.
Por suerte, mis anfitriones en aquel país tenían muchos contactos y pudieron acelerar todo el papeleo, colándonos a unos 250 enfurecidos pasajeros del vuelo que querían entrar al país.
Os daré más detalles de esta ciudad aprovechando el viaje de un mes que hice en agosto de ese mismo año.

En mayo viajé de nuevo a Nueva Zelanda. Esta vez, fue para visitar unas instalaciones del cliente de Australia en el pueblo situado más al sur de la isla sur de Nueva Zelanda: Bluff. Para llegar allí, el itinerario fue el siguiente: Barcelona-Singapur-Auckland-Christchurch-Invercargill, en avión, y un trayecto diario de unos 30Km hasta Bluff.
Es casi el punto más lejano de España, a unos 19000Km, y el Polo Sur está sólo a 4000Km!!
Allí visité una fábrica de aluminio: aprendí mucho y grabé unos vídeos muy curiosos en el interior de la fábrica:



Después de algo más de dos semanas trabajando allí, compré algo de ropa de verano (en mayo está a punto de comenzar el invierno en NZ) y volé a Hong Kong.
Esta es una de las ciudades que más me ha impactado. De día, llena de gente moviéndose de un lado a otro, con un trafico imposible, una ciudad frenética.
De noche, igualmente frenética, pero centrada en las zonas de ocio y restauración. En Hong Kong puedes salir a cualquier hora y conseguir lo que buscas. Por ejemplo
La vista de Hong Kong desde el otro lado de la bahia, Kowloon, es impresionante, con un skyline tan caracteristico como el de Nueva York. Estas fotos las hice durante ese viaje:

Skyline de Hong Kong de día

Skyline de Hong Kong de noche

Una semana después de volver de Hong Kong, a principios de junio, volvi a Australia. Esta vez fui a visitar una fábrica de Aluminio en la Golden Coast, al norte de Brisbane, en Gladstone. Estuve alojado en un motel en mitad de ninguna parte, pero muy acogedor.

Al regreso de Australia, tras unos días de descanso, viajé a Kuala Lumpur. Una ciudad impresionante, moderna, con grandes edificios y avenidas, que muy bien podría pasar por cualquier típica ciudad americana. Una noche cené en un restaurante rotatorio en lo más alto de la torre Kuala Lumpur, en el Pinneapple Park. Esta torre es una de las más altas del mundo, y la más alta de Asia, con 420 metros.
No faltó la visita a las famosas Torres Petronas. De noche son todavía más espectaculares que de día, como se puede apreciar en esta fotografía que tomé:

Torres Petronas
Tras 10 días en Malaysia, y sin casi descanso, tomé rumbo a Tashkent. Esta enorme ciudad rezuma Unión Soviética por los cuatro costados, con una curiosa mezcla musulmana, religión mayoritaria de sus habitantes. Aquí pasé un mes, alojado en uno de los mejores hoteles de la ciudad, el Intercontinental, que, a pesar de su supuesta categoría, dista mucho del buen gusto y la exquisita atención al cliente de los hoteles en el sur de Asia y Oceanía.
Buena parte de mi trabajo se desarrolló en la torre más alta de la ciudad, dedicada a las comunicaciones, la TV Tower:

TV Tower, Tashkent

Vista de la ciudad desde la torre
A las interminables jornadas hay que sumar el calor tan terrible que hacía: saliamos del hotel con 35º a las 8 de la mañana. A mediodía no se podía tocar la barandilla de la torre O_o
Tuve muchas ocasiones de degustar la comida local, y como los que me conocen habrán imaginado, no me gustó nada. Por supuesto todo regado con Vodka. El primer día, celebraron una cena en nuestro "honor", para celebrar nuestra llegada (era un proyecto realmente importante). Tienen la costumbre de que cada uno de los comensales ofrece un brindis durante la cena. Eramos 18. Acabé completamente borracho. Al día siguiente les dije que, o bebía vodka o trabajaba, pero las dos cosas no podía hacerlas. Literalmente me suplicaban que comiera con vodka, porque si yo no bebía, ellos tampoco. Es curioso lo arraigado que está el vodka en la cultura soviética. Y aún más en un país musulmán.
Hay tantas anécdotas de ese viaje, que igual algún día le dedico una entrada en exclusiva. Para no alargar mucho más ésta, solo contaros que aprendí a leer el alfabeto cirílico en un restaurante que tenía la carta en ruso y en inglés, y que una vez puedes leer las letras, el ruso no es muy diferente de otros idiomas centroeuropeos.


Al regresar a casa después de un mes agotador en Tashkent, habiendo trabajado 13 fines de semana consecutivos (sí, 4 meses sin parar de trabajar), me tomé dos semanas de vacaciones.

Luego volví a Australia, esta vez a Melbourne. Una ciudad con cierto regusto británico, con muchas costumbres americanas (especialmente en cuanto a ocio se refiere), con buenos restaurantes y un comercio muy activo.
En las dos semanas que duró este viaje tuve la oportunidad de visitar el Kinglake Park, una reserva natural con multitud de especies autóctonas. Además de los canguros, había ornitorrincos y, por supuesto, Koalas como el que posó para mi:

Koala en Kinglake Park

Después de muchos meses negociando la posibilidad de ir a vivir a Singapur, que era el punto de origen en Asia de casi todos estos viajes que acabo de relatar, y que es una ciudad moderna, limpia, ordenada y ejemplar, donde llegué a buscar vivienda, finalmente no fue posible alcanzar un acuerdo, así que, como surgió la posibilidad de embarcarme en un nuevo proyecto profesional (que dura hasta hoy), decidí cambiar de empresa y cerrar una etapa irrepetible en mi vida.
Sólo puedo agradecer a mis compañeros entonces todo lo que disfruté su compañía, lo mucho que aprendí de telecomunicaciones y lo bien que me trataron siempre.

Siento que esta entrada haya resultado tan larga, pero quería contar esta etapa de un tirón, y como veís, el tema daba para mucho ;)

Os dejo abajo un mapa con todas las ciudades que he visitado. No he incluido absolutamente todas, porque de muchas solo conozco el aeropuerto, como Moscú, y eso no cuenta :D




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2 comments:

  1. Y de ahí que los que te conocemos te apodáramos cariñosamente Willy Fog en aquella época :)

    Muy entretenida la lectura, ¡gracias!

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